Había una vez un viejo pescador que después de muchos años navegando por los mares, ya muy cansado, fue a casa, pensó tranquilo y se tiró a descansar. ¿por qué?. Escuchad y averiguadlo:
Pescador tirado en una hamaca con toalla y sombrero delante del altar…
Toda la vida trabajando por los mares del mundo, me olvidé de todo, de mi familia, de mis amigos, de… y lo peor, me he olvidado de Jesús… y eso se terminó, aquí me quedo a disfrutar, a Jesús quiero recuperar.
Aparece un personaje que se para a hablar con él…
Hola, soy un tipo rico muy rico, ¿por qué estás ahí tirado?.
Estoy descansando feliz.
Eres un vago, vete a pescar y serás más rico.
¿Para qué?, con Jesús ya soy rico.
El ricachón se marchó decepcionado. Vaya tonto que era el pescador, si trabajara más horas sería más rico, como Messi o Ronaldo, y no quería, vaya bobo.
Más tarde pasó una chica, lo vio tirado descansando, tuvo curiosidad y rápidamente le dijo…
Aparece otro personaje que se para a hablar con él…
Señor pescador, ¿qué haces ahí tirado sin trabajar?…
Ya ves, descanso feliz.
Si trabajas más tendrás dinero para comprar más, serías el más fashion de los centros comerciales.
No necesito más, con Jesús ya lo tengo todo.
¡Menudo tonto, este pescador!
La chica se marchó, vaya tonto el pescador que no quería ser como la Chavelita o la Tamara Falcó. Pasaba el día, llegaba la noche, cuando pasa por allí un hombre cansado.
Y ¿sabéis que le dijo?...
Aparece otro personaje que se para a hablar con él…
Hola, señor pescador, ¿qué haces ahí tirado sin trabajar? ¡Podías ir a pescar!.
Ya lo ves, descansar y pensar. ¿Para qué necesito más?
Si pescas más, tendrás más redes y la pesca será maravillosa y serás más guay y chuchipiruli como los famosillos de la tele.
Menuda tontería, con Jesús ya es todo maravilloso.
Nada, imposible, ninguno lo convencía, el pescador seguía allí tirado descansando. No quería ser ni guay ni chachi como los famosos del Sálvame o Gran Hermano. Más tarde pasó otra mujer por allí, era un…
Aparece otro personaje que se para a hablar con él…
¿Qué pasa, señor pescador?, ¿qué haces ahí tirado?.
Ya lo ves, descansar y disfrutar de la vida.
Vaya tonto que estás hecho, si trabajaras más tendrías más y más cosas y más tiempo...
¿Para qué?. Ya lo tengo todo.
Sí, pero así podrías ser feliz, el más feliz del mundo.
Menuda tontería, con Jesús ya soy feliz a tope-tope-guay.
Nadie le convencía, era imposible, nadie podía con aquel pescador. Para todos tenía la misma respuesta:
El pescador se levante y en el medio de la gente gritando fuerte a todos…
Con Jesús no me falta de nada, con Jesús soy el más feliz. MIRADME BIEN, NO PERDÁIS DETALLE, ¿me habéis visto triste o agobiado?. No porque SOY PESCADOR DE HOMBRES, y estoy siempre conectado con JESÚS. Y mis redes son la alegría y el amor…