EL CANTERO INSATISFECHO

NARRADOR

Había una vez un cantero que todos los días se dirigía a la montaña para cortar piedras de la roca. La verdad es que ganaba poco dinero y el trabajo era muy duro, pero estaba satisfecho y no deseaba más.
En cierta ocasión el cantero tuvo que trabajar para un rico. Quedó prendado de la casa del hombre rico.

CANTERO

Si fuera rico no tendría que cortar piedra durante todo el día.

NARRADOR

Para su asombro, oyó repentinamente la voz de Dios que le decía…

DIOS

Tu deseo se cumplirá: serás rico.
Le dan bolsa de dinero y se pasea chuleando…

NARRADOR

Cuando se paseaba muy chulo con todos sus millones, como era verano salió el sol y empezó a calentar de lo lindo.
Sale el sol, se sube a la escalera y grita…

SOL

Sí chuléate, ya verás que calor. Yo soy más fuerte que tú.

NARRADOR

Los rayos cayeron con más fuerza sobre el hombre. El picapedrero rico exclamó:

CANTERO

El sol es más poderoso que yo... Dios mío, quisiera ser el sol.

DIOS

Vale, pesao, te concedo ser el sol.

NARRADOR

El buen Dios hizo realidad su deseo. Se convirtió en el sol. Con orgullo envió sus rayos sobre la tierra. Pero al poco apareció una nube, se interpuso entre la tierra y el sol.
Sale la nube, se sube a la escalera, se pone delante del sol y grita…

NUBE

Te creías el más fuerte, pero ahora soy yo más fuerte que el sol.

CANTERO

¿Cómo puede ser una nube más potente que el sol? Dios mío, ya no quiero ser sol, ahora quiero ser una nube.

DIOS

Pero bueno, lo quieres todo. Vale, serás una nube.
El cantero deja el sol y coge la nube, se pone detrás de la roca…

NARRADOR

Convertido en nube hizo llover torrencialmente. Todo se destruía a su paso. Todo menos una empinada roca que permanecía indiferente a la furia de la nube.
La nube, se mueve y llueve sobre la roca, y grita…

CANTERO

Toma lluvia, ahora verás quien puede más. Pero bueno, esa roca es más fuerte que yo… Dios mío, ahora quiero ser roca.

DIOS

No hay quien te entienda. Venga que seas roca.
El cantero deja la nube y se pone en la piedra…

NARRADOR

Como en ocasiones anteriores se le concedió el deseo. Volvió a ser una roca…
Un día, un hombrecito llegó hasta la roca y comenzó a golpear con un martillo.
Sale un niño con martillo y hace que golpea la piedra, y grita…

PICADOR

Toma, pedrusco, ahora sabrás quien es el más fuerte.

CANTERO

¿Cómo un hombrecito es más poderoso que yo...? Dios mío, quiero volver a ser un picapedrero.

DIOS

Contento me tienes. Sea lo que quieres, vuelve al principio, a ser picapedrero otra vez.

NARRADOR

Y nuestro hombre volvió a ganarse la vida en la cantera, volvió a ser lo que siempre fue, no necesitaba nada más, se había dado cuenta que sus oraciones no habían servido para nada, podía ser feliz con lo que siempre fue. Que había molestado a Dios inútilmente. Porque Dios siempre nos da lo que de verdad necesitamos sin falta de que nosotros pidamos nada.