Amigos, conocéis la historia de aquel hombre que todo lo pedía y siempre, siempre lo devolvía. No la sabéis, pues escuchad, que los niños y niñas de TERCERO os la vamos a contar.
Dicen que era un hombre que siempre que se encontraba con un amigo siempre le pedía algo prestado. No le importaba quien fuera y cómo fuera, lo encontraba y…
Hombre amigo, qué bien que te encuentro, no me podrás dejar un bolígrafo, es que lo necesito.
Vale te lo dejo, pero me lo devolverás.
No te preocupes amigo, te lo devolveré.
Se separan, cada uno para un lado…
Y así era siempre, un día y otro día, siempre pedía algo, pero al día siguiente, veréis lo que pasaba...
Se vuelven a encontrar en el centro…
Hombre amigo, qué bien que te encuentro, ayer me dejaste un bolígrafo, hoy te devuelvo cuatro, tu boli ha tenido hijos.
Muchas gracias, tu si que eres un buen amigo
Y al día siguiente encontraba a otra amiga...
Hombre amiga, qué bien que te encuentro, me dejas una pelota, es que la necesito.
Vale te la dejo, pero me la devolverás.
No te preocupes amiga, te la devolveré.
Se separan, cada uno para un lado…
Y al día siguiente, volvía a encontrar a su amiga y...
Se vuelven a encontrar en el centro…
Hombre amiga, qué bien que te encuentro, ayer me dejaste una pelota, hoy te devuelvo tres, ha tenido hermanitos.
Muchas gracias, tu si que eres un buen amigo.
Y al día siguiente encontraba a otra amiga...
Hombre amiga, qué bien que te encuentro, me dejas una bolsa de gusanitos, es que la necesito.
Vale te la dejo, pero me la devolverás.
No te preocupes amiga, te la devolveré.
Se separan, cada uno para un lado…
Y al día siguiente, volvía a encontrar a su amiga y...
Se vuelven a encontrar en el centro…
Hombre amiga, qué bien que te encuentro, ayer me dejaste una bolsa de gusanitos, hoy te devuelvo cuatro, han venido sus primas de viaje.
Muchas gracias, tu si que eres un buen amigo.
Pues veréis lo que le sucedió un día que andaba triste por la vida...
Se encuentran todos en el centro…
Hombre amigo, ¿qué te pasa que estás tan triste?.
¿Qué me pasa?, que un niño me dejo una moneda de oro como esta, y la metí en mi cofre, y...
No nos lo digas, y tuvo hermanos.
No, no, que va...
Vinieron sus primas.
No, no, que va...
Entonces ¿qué?
Que desapareció y no la encuentro, mirad, mirad,... no veis, son todas iguales, ahora cuál es la de mi amigo...
Vaya morro, antes lo devolvía, y ahora; ¿qué decís vosotros?, ¿qué debería hacer?... ¡venga no seáis tímidos, gritadlo fuerte! ¿qué hacemos con todas esas monedas?...