Un martes los niños del Cate de segundo de la Parroquia de Covadonga tuvieron una gran idea. Todos juntos elaboraron una gran pancarta y decidieron salir a la calle con ella para gritar: ¡Queremos escuchar a Jesús!
Querían que sus padres, amigos y la gente del barrio supieran que Jesús es un gran amigo, que siempre escucha y siempre está a tu lado.
Fueron por todo el barrio y por el camino se encontraron con un vecino nuevo que les dijo:
¡Cuanta gente!. ¿A dónde vais? ¿os puedo acompañar?
(Como no le hacen caso insiste).
Eh, que estoy aquí, ¿os puedo acompañar?.
(Siguen sin hacerle caso y queda triste).
Nada, sólo saben escucharse a ellos mismos!.
En el parque del barrio había unos niños jugando al balón y se encontraron también con el nuevo vecino que les dijo…
Eh niños, Soy nuevo aquí, ¿me dejáis jugar con vosotros?.
Ahora no, que estamos completos, cuando necesitemos a alguien más.
Que pena, sólo me dejan jugar con ellos cuando me necesiten.
(Siguen sin hacerle caso y queda más triste).
Hola niño, estás sólo como yo, ¿jugamos a algo?.
(Suena el móvil del niño).
Hola Juan. Si, esta tarde vamos al cine a ver la nueva película, y luego iremos a los Prados, y luego al parque, y ah! tengo que contarte lo de Carlitos. Sabes, siéntate porque por lo menos tengo para una hora, o 2 horas porque no te imaginas lo que hizo…
Nada, también pasa de mí!.
(Tampoco le hace caso y queda tristísimo)
(Sigue caminando y en el otro lado encuentra a uno sentado).
¡Hola, amigo! ¿Cómo estás tan solo?, ¿puedo sentarme contigo?.
¡Sí, sí, siéntate, sin problema!
(El niño 4 mira al vecino…le abraza… y grita:).
¡Por fín, lo conseguí, soy el más feliz!
¿El qué, el qué, dime, qué has conseguido?.
¿Cómo que qué, no te das cuenta? Estoy feliz porque he encontrado alguien que se quede conmigo.
(Abrazando al vecino)
Estoy muy contento. Quería ver a Jesús y no podía con tanta gente; quería escucharle y con tanto ruido imposible. Pero desde aquí, al estar contigo, ya puedo verle y escucharle.
Hombre, por fin ¡alguien que me escucha!. Ya lo dice el refrán: “Si a Jesús quieres encontrar, a los demás tienes que escuchar”.