PRESENTACION DE LOS NIÑOS
DE PRIMERA COMUNION A LA COMUNIDAD
Parroquia Nª Sra. de COVADONGA Abril 2015

Antes de empezar la celebración, se ponen los nombres de los críos, que previamente han escrito en una cartulina clara, así todo el mundo sabrá quienes son los que van a hacer la Primera comunión.

MONICION DE ENTRADA (Catequista)

Amigos, nos encontramos para celebrar la fiesta de Jesús, la Eucaristía, y hoy lo hacemos acompañando de manera especial a todos los niños y niñas que dentro de muy pocos días van a celebrar y vivir su Primera Comunión. Todos recordamos como fue aquel día en el que recibimos por primera vez a Jesús. Por eso, os pedimos que les ayudemos a vivir la gran alegría de la Mesa de Jesús, el regalo de vida que nos hace, la resurrección que nos ayudan en el camino.

ACTO PENITENCIAL (Niños/as)

  1. Porque no somos los mejores amigos de Jesús. Señor, ten piedad.
  2. Por las veces en que no escuchamos tu palabra. Señor, ten piedad.
  3. Por todos aquellos que no viven la alegría de tu amor. Cristo, ten piedad.
  4. Por todas las veces que no te queremos como a nuestro Padre. Señor, ten piedad.
  5. Porque somos unos egoístas y caprichosos. Cristo, ten piedad.
  6. Porque nos olvidamos de los pobres. Cristo, ten piedad.

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN JUAN
3,1-2

Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues, ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Queridos: ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es.
Palabra de Dios

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
10, 11- 18

En aquel tiempo dijo Jesús:
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y los dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido de mi Padre.
Palabra del Señor

PRESENTACIÓN DE LOS NIÑOS

Un padre: Hoy es un día diferente y especial para estos niños y niñas, pues dentro de muy poco van a recibir la Primera Comunión. Ya habéis visto sus nombres, ahora queremos que les veáis, que les conozcáis un poco más, y que todos les felicitemos por ese paso tan importante que van a dar.
Los niños y niñas que vais a hacer la primera comunión este año poneos de pie y venid aquí delante, y también sus catequistas, pues todos los que participamos en esta mesa de Jesús queremos veros mejor y escuchar vuestra voz.
Todos los niños/as se ponen en las escaleras delante del altar y los catequistas les acompañamos. Ahí delante un Padre/madre y catequista les preguntan y responden en voz alta…

UNA CATEQUISTA

Los catequistas, en nombre de toda la comunidad, hemos acompañado a estos niños y niñas a lo largo de tres años, hemos intentado transmitirles lo mejor que tenemos, el Evangelio de Jesús. Por eso podemos decir que estos niños y niñas han crecido como cristianos, se han ido integrando y participando en la vida de la nuestra comunidad, y pueden unirse a nosotros en la celebración plena de la Eucaristía para seguir creciendo como discípulos.

UN PADRE O MADRE

Pregunta a los niños: Habéis escuchado a vuestros catequistas, nos han dicho que ya podéis uniros a la mesa de Jesús, por eso queremos preguntaros a vosotros, ¿Queréis participar de verdad en la fiesta de la Eucaristía con toda esta familia que se reúne cada Domingo?.
Niños: Sí, quiero.
 
Pregunta a los niños: ¿Queréis vivir unidos a Jesús y recibirle con ilusión y alegría cada domingo en la Eucaristía?.
Niños: Sí, quiero.
 
Pregunta a los niños: ¿Queréis ser los amigos y los discípulos de Jesús, de los que viven como Él y no tienen miedo a decir que son cristianos?.
Niños: Sí, quiero.

UN JOVEN O NIÑO MAYOR

Pregunta a los niños: ¿Os comprometéis a seguir viniendo al cate y a la celebración de los Domingos, aunque tengamos muchas cosas que hacer o a veces nos de vagancia o vergüenza?. Niños: Sí, me comprometo.
 
Pregunta a los niños: ¿Os comprometéis a seguir creciendo como cristianos, y aprendiendo cosas de Jesús en el Cate?.
Niños: Sí, me comprometo.

POCHI

Pregunta a la Comunidad: Y vosotros, ¿queréis recibir con todo el cariño a estos niños para que participen en la mesa de la Eucaristía?.
Comunidad: Sí, los recibimos.
 
¿Estáis dispuestos a ayudarles para que sigan viviendo la alegría de la Eucaristía?.
Comunidad: Sí, estamos dispuestos.
 
¿Estáis dispuestos a darles ejemplo de fidelidad a Jesús y de amor a los hermanos?.
Comunidad: Sí, estamos dispuestos.
 
Todos nos sentimos muy felices al ver que estos niños van a entrar a formar parte de una manera plena en nuestra comunidad, por eso os ofrecemos un cariñoso y sincero aplauso.

PETICIONES (Niños/as)

Ahora, unámonos en la oración para pedir por estos niños y niñas y por todos.

  1. Por todos los que formamos la Iglesia, para que demos amor a todos los que lo pasan mal. Oremos.
  2. Por todos los niños del mundo que no pueden conocer a Jesús. Oremos.
  3. Por nuestros padres y catequistas, para que nos sigan queriendo y ayudando. Oremos.
  4. Para que todos seamos amigos de Jesús. Oremos.
  5. Por nuestra parroquia, para que nos queramos como una gran familia. Oremos.
  6. Por todos los niños que celebran la Primera Comunión, para que lo hagan con alegría. Oremos.
  7. Por todos los niños y niñas del cate, para que sigamos juntos por el camino de Jesús. Oremos.
  8. Por nuestros padres para que nos sigan llevando por el camino de la fe. Oremos.
  9. P/M. Por nuestros hijos, para que no dejen de vivir la gran noticia de Jesús. Oremos.
  10. P/M. Por todos los padres, para que sigamos trayendo a nuestros hijos a la alegría de la comunidad. Oremos.

Te pedimos, Señor, que escuches las peticiones que te hemos presentado y que mires con todo tu cariño a estos niños que se van a acercar a tu mesa por primera vez. Te lo decimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

PRESENTACION DE LAS OFRENDAS (Niños/as)

Te presentamos, Jesús, el pan y el vino, que son los alimentos que nos quitan el hambre y la sed que tenemos por conocerte a ti, nuestro mejor amigo.
 
Te ofrecemos un cáliz y una patena, signo de la Eucaristía, es Jesús que nos alimenta, nos da fuerza y nos quiere.
 
También te ofrecemos este PADRENUESTRO para que no se nos olvide que podemos hablar contigo cuando rezamos, como hablamos con un buen amigo.
 
Con estos Nuevos Testamentos, la Palabra de Jesús a los hombres. Donde encontramos a Jesús, y a Dios, cada vez que la escuchamos de verdad.
 
Por último, te ofrecemos nuestras cruces, signo de que queremos seguir aprendiendo y creciendo como cristianos en medio de nuestra comunidad de hermanos.

DESPEDIDA DE LOS NIÑOS (Niño/a)

En nombre de todos los niños y niñas que vamos a hacer la Primera Comunión os doy las gracias por ese cariño tan grande que nos habéis demostrado. Pero quiero pediros una cosa, no dejéis de ayudarnos en el camino que ahora comenzamos. Si caminamos unidos como una verdadera familia Jesús se sentirá muy orgulloso de esta comunidad de Ntra Sra. de Covadonga.
Gracias por habernos acercado a Jesús, y un abrazo muy grande a todos.

ENTREGA DE LAS CRUCES (Padre o Catequista)

Como símbolo del nuevo camino que habéis empezado a seguir con Jesús, esperando que a partir de ahora seáis sus mejores amigos, os queremos entregar una pequeña cruz, para que la llevéis siempre cerca de vuestro corazón…
Acercaos por el pasillo central para que vuestros catequistas os pongan el signo de la nueva vida…

FOTO FINAL TODOS JUNTOS

ACTO PENITENCIAL (Niños/as)

  1. Porque no somos los mejores amigos de Jesús. Señor, ten piedad.
  2. Por las veces en que no escuchamos tu palabra. Señor, ten piedad.
  3. Por todos aquellos que no viven la alegría de tu amor. Cristo, ten piedad.
  4. Por todas las veces que no te queremos como a nuestro Padre. Señor, ten piedad.
  5. Porque somos unos egoístas y caprichosos. Cristo, ten piedad.
  6. Porque nos olvidamos de los pobres. Cristo, ten piedad.

PETICIONES (Niños/as)

  1. Por todos los que formamos la Iglesia, para que demos amor a todos los que lo pasan mal. Oremos.
  2. Por todos los niños del mundo que no pueden conocer a Jesús. Oremos.
  3. Por nuestros padres y catequistas, para que nos sigan queriendo y ayudando. Oremos.
  4. Para que todos seamos amigos de Jesús. Oremos.
  5. Por nuestra parroquia, para que nos queramos como una gran familia. Oremos.
  6. Por todos los niños que celebran la Primera Comunión, para que lo hagan con alegría. Oremos.
  7. Por todos los niños y niñas del cate, para que sigamos juntos por el camino de Jesús. Oremos.
  8. Por nuestros padres para que nos sigan llevando por el camino de la fe. Oremos.
  9. P/M. Por nuestros hijos, para que no dejen de vivir la gran noticia de Jesús. Oremos.
  10. P/M. Por todos los padres, para que sigamos trayendo a nuestros hijos a la alegría de la comunidad. Oremos.

Voy a repetir cinco veces el alfabeto y Tú o Dios, formarás mi oración.

Había un campesino, tan bueno como inculto, que tenía que hacer grandes esfuerzos para orar. Iba, por ello, llevando siempre consigo su libro de oraciones que, luego, a la caída de la tarde, leía poco más que deletreando. Sucedió que un día, durante un viaje, descubrió, al llegar la noche, que se había olvidado su libro de oraciones. ¿Qué hacer? ¿Cómo acostarse sin rezar? Trató de hacer un gran esfuerzo para ver si conseguía recordar alguna oración, pero imposible, no sabía ni dos palabras seguidas.
Y entonces, como era un creyente bueno y sencillo, se volvió hacia Dios y le dijo: "Señor, Tú sabes que soy muy distraído y que he dejado en casa mi libro de oraciones. También sabes que soy un burro y que no se de memoria ni una sola. Pero, verás, voy a hacer una cosa: voy a recitar cinco veces y muy despacio todo el alfabeto, entonces Tú tomarás las letras, las irás juntando como se debe y con ellas formarás la oración que a Ti te guste más".

Los tres espejos de la conciencia

Una señorita, estudiante en un colegio, escribió un día a su mamá pidiéndole que le enviara un espejo. La mamá le respondió con una carta en la que le decía: "Muy pronto te llegará un paquete con tres espejos. El primero te hará ver lo que eres, el segundo lo que serás y el tercero lo que tiene que ser.
Llegó el paquete y la señorita encontró un espejo, la foto de su abuela y una imagen de la Virgen María. Entendió enseguida el significado de los tres espejos.
El espejo de vidrio le decía lo que ella era en el presente; la foto de la abuela lo que ella un día iba a ser; y la imagen de María indicaba lo que ella tendría que llegar a ser espiritualmente.

Otra cruz Señor pero no la mía

Había un hombre pobre y sencillo. Todas las tardes, después de un día de duro trabajo, volvía a su casa cansado y lleno de mal humor. Miraba con envidia a la gente que pasaba en coche o a los que estaban sentados en las mesas de los restaurantes. "Ellos sí que saben vivir bien - se decía -.no saben lo que significa sufrir.. Todo le va bien, no llevan una cruz como la que llevo yo"
Dios, que había escuchado sus quejas con mucha paciencia, lo esperó una tarde en la puerta de su casa, le sonrió amablemente y le dijo: "Ven conmigo, Te daré otra cruz o, mejor, tú mismo la vas a elegir..
Aquel hombre se encontró de improviso dentro de una enorme caverna. Estaba llena de cruces pequeñas, grandes, esmaltadas de diamantes, lisas, torcidas, etc. "Son las cruces de los hombres - le dijo Dios - Elige una". Aquel hombre descargó con alegría la cruz que llevaba encima y la tiró a un rincón y frotándose las manos contento comenzó a seleccionar su nueva cruz.
Probó una cruz liviana, pero era larga y difícil a llevar. Se puso al hombro la cruz de un obispo, pero era increíblemente pesada, llena de responsabilidades Otra era muy graciosa y aparentemente liviana, pero, cuando se la puso al hombro comenzó a pincharlo como si fuera llena de clavos. Agarró entonces una cruz de plata que era muy brillante; pero, de pronto, se sintió invadir por una desgarrante sensación de soledad y de abandono. Probó y volvió a probar todas las cruces, pero cada una tenía su defecto insoportable.
Finalmente, en un rincón, encontró una cruz pequeña, ya gastada pero no tan pesada. Se la puso al hombro contento. "Elijo esta" dijo a Dios. Y salió feliz de la caverna. Dios le dirigió entonces su mirada amable y le sonrió y le dijo: "¿No te das cuenta que es la misma que tiraste al suelo al entrar?. Aquel hombre había elegido exactamente la vieja cruz que había siempre llevado..

¿Cuándo va a arrancar el ten?

Una vez estaba yo sentado en un departamento del tren y un niño pequeño estaba a mi lado y comenzó a hacer preguntas y preguntas a sus padres: ¿Cuándo arrancará el tren? ¿Cuándo partiremos? ¿Falta mucho para comenzar a viajar? Yo sentí la oportunidad de jugar con él y le dije muy serio: "El tren echará a andar cuando nosotros empecemos a empujar". El niño abrió sus grandes ojos con las sorpresa: ¿De veras? ¿De veras? ¿Y si no empujamos no arranca? "No puede arrancar" le contesté; "una vez empiece, ya va por su cuenta, pero para que arranque tenemos que empujar. "Entonces vamos a empujar" insistió el niño. "Enseguida; sólo espera un poco a que suban todos los pasajeros, Ya te diré cuando hay que empezar".
Me fijé en el reloj de la estación para estar al tanto de la hora exacta; vi la luz roja cambiar a verde, oí el pitido del jefe de la estación y le grité al chico: "Es ahora.; empuja con toda fuerza" Y , él y yo nos pusimos a empujar con todas nuestras fuerzas contra el panel del departamento hacia la máquina. El chico empujaba más y más, hasta que sus labios iniciaron una sonrisa y se le iluminó la cara. ¡El tren se movía! Muy despacio al principio y al fin a toda marcha, con los resoplidos rítmicos de la enorme locomotora.
Le felicité por lo bien que había empujado. "¡Lo conseguimos! ¿Qué te parece? Así es como se pone en marcha el tren. El chico estaba encantado. Viajaba en un tren que él mismo había ayudado a poner en marcha.

El niño que quería ser un televisor

La profesora había dado a sus niños una tarea: les pedía que escribieran qué animal o qué cosa les gustaría ser y ...por qué. Un niño de apenas ocho años respondió que a él le gustaría ser un televisor. ¿Por qué? - le preguntó la maestra -. "Porque así mis padres me mirarían más, me escucharían con mayor atención y mandarían a los demás callarse cuando yo estuviera hablando y no lo mandarían a la cama a la mitad de mis juegos, lo mismo que ellos nunca se acuestan a la mitad de la película.
¿Qué habrán pensado sus padres a leer esta página tan sincera de su hijo? Habrán caído en la cuenta que para ellos el programa televisivo es más importante que escuchar a su hijo y hablar con él. Estos padre, ¿no tendrían que pedir perdón a Dios de este grave pecado de omisión?

Le pregunto a Dios: ¿Puedo ayudarte en algo?

En una obra del escritor brasileño Pedro Bloch encuentro un diálogo con un niño que me deja literalmente conmovido. -¿Rezas a Dios? - pregunta Bloch- " Sí, cada noche - contesta el pequeño -. "¿Y qué le pides?" " Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo."

ACCIÓN DE GRACIAS

POR TI, SEÑOR
Daremos razón de tu nombre,
aunque, el hablar de Ti,
nos cause desasosiego o incomprensión
Ofreceremos, nuestras manos abiertas,
aún a riesgo de ser tratados como ilusos
de que, lo que damos o hacemos,
no sirve de nada ante un mundo
en el que sólo se valora lo que se paga
 
POR TI, SEÑOR
Miraremos al cielo buscando tu presencia
Miraremos todos los caminos
para llevar tu Buena Noticia,
la alegría de tu ser resucitado,
tu Palabra, como aliento y vida,
tu rostro que tonifique nuestra triste existencia.
 
POR TI, SEÑOR
Amaremos, aun no siendo amados
Y, en medida rebosante y sin cuenta,
colmaremos y calmaremos
los corazones que necesitan paz
las almas que se han tornado en tibias
los pies que se resisten a caminar
los ojos que se han quedado en el vacío
 
POR TI, SEÑOR
Mantendremos, siempre nuevo,
el mandamiento que Tú nos dejaste:
amar, sin mirar a quién
amar, sin contar las horas
amar, con corazón y desde el corazón
amar, buscando el bien del contrario
amar, buscándote en el hermano
POR TI, SEÑOR