Delante del altar está el “Jesusito de mi vida” puesto en un sillón
(un cartel encima EL SILLÓN DEL REY), y junto a él los símbolos del rey.
El otro día iba Pepín
paseando por la plaza,
tan tranquilo,
con glamour y con estilo,
cuando de repente
se encontró un trono allí plantado,
y en él un gran rey sentado.
Pepín lo miró (mira por un lado)
Y después lo remiró (mira por el otro)
Y con increíble asombro se encogió Pepín de hombros
Y al gran rey le preguntó:
Hola, su majestad ¿usted es rey de verdad?
Sí, soy rey.
¡ANDA YA! ¿Un rey, dices? ¡No me toques las narices! Si no tienes guardaespaldas…
Los ángeles me protegen
¡Vaya rey más raro!
Esto del rey a Pepín No le quedó nada claro Así que se fue a su casa. En esto llegó Tomasa Y al ver al rey en el trono Le preguntó:
Hola, su majestad ¿usted es rey de verdad?
Sí, soy rey.
¡ANDA YA! ¿Un rey, dices? ¡No me toques las narices! Si no tienes riquezas…
No tengo mucho dinero, pero soy muy rico, pues tengo amigos y mucha gente que me quiere.
¡Vaya rey más raro!
Y así, con mucho descaro Tomasa se fue a su casa. Y mientras ella marchaba La niña Sara llegaba.
Hola, su majestad ¿usted es rey de verdad?
Sí, soy rey.
¡ANDA YA! ¿Un rey, dices? ¡No me toques las narices! Si no tienes un palacio…
Vivo en el mejor lugar que existe, acogedor y calentito: el corazón de las personas.
¡Vaya rey más raro!
Sarita no entró por el aro Y con mucho tino se fue por donde vino. Detrás de ella, despacito, llegó el bueno de Paquito.
Hola, su majestad ¿usted es rey de verdad?
Sí, soy rey.
¡ANDA YA! ¿Un rey, dices? ¡No me toques las narices! Si no sales en Sálvame, ni en las revistas del corazón.
Porque yo no quiero ser famoso ni aprovecharme de las personas, sino entregarme por ellas, para salvarlas. ¿No has visto mi cruz?
¡Vaya rey más raro!
Este rey lo lleva claro. ¡Nadie le entiende! Todos se marchan alucinados. En esto llega María que del colegio venía
Hola, su majestad ¿usted es rey de verdad?
Sí, soy rey.
¡ANDA YA! ¿Un rey, dices? ¡No me toques las narices! Si no sales vas a fiestas pijas.
Yo celebro la gran fiesta de la vida, a la que todo el mundo está invitado.
También los pobres, los enfermos, los tristes y todos los que se sienten solos.
¡Hasta los feos! Porque yo los veo guapos a todos…
¡Vaya rey más rarito!
Al pobre rey le tienen frito
Lo que dice es tan profundo
que deja a todo el mundo
con el culo torcido.
Pero no todo acaba aquí:
los que se habían ido
andan mosqueados
y desconcertados.
Así que se ponen de acuerdo
y van a decirle al rey:
¡¡No somos lerdos!!
Déjate de acertijos y de rollos
Que somos niños repollos
Y ya aprendemos en el cate
Suficientes disparates
¡¡Explícanos, majestad!!
¿eres un rey de verdad?
Entonces pasa una cosa asombrosa
al gran rey su desazón
le ha tocado el corazón
y entonces como un trueno
se oye la voz del rey bueno:
(le tocan “el corazón” al Jesusito, y se oye la grabación de una voz cantando el estribillo de “Staying alive” de Pelopatrás:
Ah, ah, ah, ah, soy el rey del amor, el rey del amor,
Ah, ah, ah, ah, soy el rey del amooooooooooor…)
Y con este cantarín
Lo entendieron todo al fin
¡¡ERA EL REY DEL AMOR!!
Esta vez los niños
Felices se marcharon
Y mientras se iban
Cantaron…
Ah, ah, ah, ah, soy el rey del amor, el rey del amor, Ah, ah, ah, ah, soy el rey del amooooooooooor…