En una parroquia muy, muy lejana había una vez un cura que tenía un problema muy, muy gordo. El caso es que se acercaba el día de Pentecostés y andaba preocupado porque no sabía cómo explicar a la gente lo que significaba eso del Espíritu que llenó a los apóstoles.
Así que decidió preguntar a los chavales del cate, que eran bastante espabilados, a ver si se les ocurría alguna idea.
A ver, ___________ , ¿Tú sabes explicar qué significa eso de Pentecostés y del Espíritu que llenó a los apóstoles?
Uffff. Eso es muy antiguo … A mí ni me va, ni me viene.
Aquél cura sin ideas no se desanimó. Había muchos niños en el cate… ¡Seguro que alguno sabía explicar qué era eso de Pentecostés y el Espíritu que llenó a los Apóstoles!
A ver, ___________ , ¿Tú sabes explicar qué significa eso de Pentecostés y del Espíritu que llenó a los apóstoles?
Uffff Eso es muy antiguo Si esos apóstoles vivieron hace mil años… ¡qué más dá!
La investigación no iba muy bien, pero no se desanimó ¡Seguro, segurísimo, que alguno sabía explicar qué era eso de Pentecostés y el Espíritu que llenó a los Apóstoles!
A ver, ____________ , ¿Tú sabes explicar qué significa eso de Pentecostés y del Espíritu que llenó a los apóstoles?
Uffff Eso es muy antiguo… ¿Tú estás seguro de que el Espíritu ése no estará ya caducado?
¡Qué desastre! A éste ritmo, llegaría el domingo y no podría explicar qué era eso de Pentecostés y el Espíritu que llenó a los Apóstoles. Sin desánimo, intentó probar de nuevo.
A ver, ___________ , ¿Tú sabes explicar qué significa eso de Pentecostés y del Espíritu que llenó a los apóstoles?
¡Pues claro! Es muy fácil. A ver… ¿no tendrás por ahí unos bongoes, verdad?
Claro, claro.
Y el cura se fue corriendo a buscar los bongoes que los del coro guardaban en la sacristía. Cuando volvió, el niño le dijo:
Toca, a ver cómo suena.
El cura-Pochi se pone a tocar como loco y suena muchísimo.
¡Aquél instrumento hacía un montón de ruido! Entonces, la niña cogió unos periódicos y los metió dentro de los bongoes.
Toca, a ver cómo suena.
El cura se pone a tocar pero con la amortiguación, no suena.
¡Ahora no suena nada!
¡Claro! ¿Y sabes por qué? Porque hay muchas personas por ahí que hacen ruido, que dicen tonterías, que siempre se quejan, critican, y que hablan sin parar y sólo se quieren escuchar a sí mismas.
Pero los apóstoles, y todos nosotros, que estamos llenos del Espíritu Santo no somos así.
Nosotros estamos llenos de Vida, como la que aparecía en esos periódicos: Si nos llenamos del Espíritu de Jesús, y nos llenamos de amigos, de ideas, de amor… ¡Seguro que no haremos tanto ruido! Pero seremos felices.
Y eso, ¡es Pentecostés!.