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Diciembre

NAVIDAD EN BELÉN
 
Acercarse a Belén ,
es acercarse al mundo de los sueños más hermosos.
Porque Belén no es una ciudad de nuestro mundo,
sino un rincón del corazón humano.
 
En Belén hemos nacido todos,
en Belén se apacienta nuestra infancia.
Aquí giró la historia.
Aquí nació la vida.
Hasta Belén, ser hombre
era nacer para vivir rodando
por la cuesta del tiempo.
Desde Belén , ser hombre
es aprender la enorme
aventura de escalar las alturas.
 
Aquí, ser hombre se convirtió en ser Hijo de Dios.
Aquí, el Dios de los cielos
inició la locura de volverse pequeño.
Por eso las campanas de Belén están locas,
replican y replican para explicarle al mundo
la alegría del cielo,
para que todos sepan que el hombre está a salvado
ahora que Dios se ha hecho hombre como nosotros.
 
Mirar, mirar las casas de Belén, apiñadas,
apretadas las unas a las otras,
lo mismo que un rebaño aterido,
como un coro de monjas asustadas.
Mirar su letanía de agudos campanarios
que señalan al cielo con sus dedos alzados
para decir a todos: Por aquí vino Dios.
Contemplar el mercado, sus hombres y mujeres,
sus pobres baratijas, sus comidas caseras.
 
El Dios de las alturas nunca fue un exquisito,
ni una ciudad fría de gélidos burócratas,
sino en pobreza de los pobres más pobres ,
en calles malolientes donde el hombre agita,
en un triste pueblo despreciado de todos.
No busquemos en Belén hermosas catedrales,
iglesias esplendentes, basílicas radiantes,
la flecha luminosa de las agujas góticas,
las vidrieras de fuego donde ardió el Medioevo.
 
Todo en Belén es pobre
como el Dios que lo habita.
Y ahora...,pasar conmigo por la pequeña puerta
que conduce a la gruta.
Una puerta que tiene la estatura de un niño
y en la que hay que agacharse para poder entrar.
Porque para llegar hasta el Dios de los cielos
sólo hay dos caminos:
la puerta de la infancia
y la humildad.
Para ver a Jesús, es necesario
doblar el espinazo del orgullo,
agachar la cabeza de nuestras importancias,
hacerse niños como Él se hizo.
 
Y ahora...,arrodillémonos: Aquí ocurrió el prodigio,
aquí una virgen-Madre iluminó la tierra,
aquí por primera vez se oyó el llanto de Dios,
aquí la sangre humana se vio multiplicada,
aquí un diminuto corazón de chiquillo
fue, por primera vez, el corazón de Dios.
Aquí, entre estas paredes de humedad y de piedra,
entre dos animales asustados y atónitos,
nació aquel cuerpo y sangre
que el hombre comería por los siglos de los siglos.
 
Alejar nuestros ojos de los falsos adornos
que camuflan la gruta,
no contemplemos ;
las lámparas ni las raídas de sedas
que quieren ocultar
el oro santo de la sencillez.
Cerrar más bien los ojos y asombrémonos.
Dejar que sea el corazón quien mire.
 
Y , después , alegrémonos igual que los pastores
que en esta misma gruta escucharon su anuncio:
gloria a Dios en el cielo.
paz a los hombres de buena voluntad.
 
Levantar nuestras manos para dar también gloria
y dejad que la paz penetre en nuestra alma
como la gran nevada de la misericordia.
Dejar que, dos mil años depuués,
el Niño vuelva a nacer en nosotros,
convertir nuestras almas en el portal viviente.
Y sea nuestra casa como un nuevo Belén.
 
Navidad se escribe con N de niño nacido
Navidad se escribe con A de amor inmenso
Navidad se escribe con V de vida plena
Navidad se escribe con I de ilusión cumplida
Navidad se escribe con D de don gratuito
Navidad se escribe con A de alegría auténtica
Navidad se escribe con D de Dios.
 

Caritas, sensibilización social
 
Cáritas comienza un nuevo ciclo temático de sensibilización social y denuncia que se extenderá hasta el año 2017 bajo el lema “AMA Y VIVE LA JUSTICIA”, y para el año 2015 se abordará el lema “¿Qué has hecho con tu hermano?”
Se pondrá todo el acento en la urgencia de recuperar el valor de la dignidad de todas las personas y el ejercicio de derechos humanos básicosy fundamentales, en especial, de las personas que viven en situación de exclusión y vulnerabilidad social.
El Papa Francisco señaló recientemente que “el hambriento nos pide dignidad, no limosna”. Nos encontramos en un escenario global en el que millones de personas viven descartadas y privadas de su dignidad, al serles sustraídos los más elementales derechos: alimentación, empleo, vivienda, salud o educación.
Cáritas entiende que esta situación sostenida de indignidades muestra de la falta de justicia social y no puede mantenerse ajena al clamor de las víctimas.
Por ello, vive con creciente preocupación el aumento de las ayudas e intervenciones sociales que está realizando, desde los inicios de la crisis, ante las dificultades de acceso a las prestaciones sociales públicas que nosólo constata en su trabajo diario, sino que manifiestan directamente muchas de las personas atendidas.
En este contexto de precariedad e incertidumbre, iniciamos esta campaña con el objetivo de pensar en clave de justicia, dignidad y solidaridad.
Y en este último domingo de adviento, preparados para la llegada de Jesús, pidamos al Padre ayuda para saber mirar de forma atenta y responsable a nuestros HERMANOS, en especial a losque sufren; que nada humano pueda sernos indiferente.
Cáritascomienza un nuevo trienio de sensibilización social y denuncia bajo el lema “AMA Y VIVE LA JUSTICIA”, “¿Qué has hecho con tu hermano?”
Pone el acento en la urgencia de recuperar el valor de la dignidad de todas las personas y, en especial, de las personas que viven en situación de exclusión y vulnerabilidad social.
El Papa Francisco señaló recientemente que “el hambriento nos pide dignidad, no limosna”. Nos encontramos en un escenario en el que millones de personas viven descartadas y privadas de su dignidad, sin alimentación, empleo, vivienda, salud o educación.
Cáritas entiende que esta situación de indignidades muestra de la falta de justicia social y no puede mantenerse, por esoiniciamos esta campaña con el objetivo de pensar en clave de justicia, dignidad y solidaridad.
Y en este último domingo de adviento, preparados para la llegada de Jesús, pidamos al Padre ayuda para saber mirar de forma atenta y responsable a nuestros HERMANOS, en especial a losque sufren; que nada humano pueda sernos indiferente.
 

 
Octubre

Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2014
 
Queridos hermanos y hermanas,
Hoy en día todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo. Por eso es tan urgente la misión ad gentes, en la que todos los miembros de la Iglesia están llamados a participar, ya que la Iglesia es misionera por naturaleza: la Iglesia ha nacido “en salida”. La Jornada Mundial de las Misiones es un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar a las Iglesias jóvenes en los territorios de misión. Se trata de una celebración de gracia y de alegría. De gracia, porque el Espíritu Santo, mandado por el Padre, ofrece sabiduría y fortaleza a aquellos que son dóciles a su acción. De alegría, porque Jesucristo, Hijo del Padre, enviado para evangelizar el mundo, sostiene y acompaña nuestra obra misionera. Precisamente sobre la alegría de Jesús y de los discípulos misioneros quisiera ofrecer una imagen bíblica, que encontramos en el Evangelio de Lucas (10, 21-23).
 
1. El evangelista cuenta que el Señor envió a los setenta discípulos, de dos en dos, a las ciudades y pueblos, a proclamar que el Reino de Dios había llegado, y a preparar a los hombres al encuentro con Jesús. Después de cumplir con esta misión de anuncio, los discípulos volvieron llenos de alegría: la alegría es un tema dominante de esta primera e inolvidable experiencia misionera. El Maestro Divino les dijo: «No estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo. En aquella hora, se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo: “Te doy gracias, Padre” (…). Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!”» (Lc 10, 20-21.23).
Son tres las escenas que presenta Lucas. Primero, Jesús habla a sus discípulos, y luego se vuelve hacia el Padre, y de nuevo comienza a hablar con ellos. Jesús quiere hacer partícipes a los discípulos de su alegría, que es diferente y superior a la que ellos habían experimentado.
 
2. Los discípulos estaban llenos de alegría, entusiasmados con el poder de liberar a las personas de los demonios. Sin embargo, Jesús les advierte que no se alegren tanto por el poder recibido, cuanto por el amor recibido: «porque vuestros nombres están escritos en el cielo» (Lc 10, 20). A ellos se les ha concedido la experiencia del amor de Dios, e incluso la posibilidad de compartirlo. Y esta experiencia de los discípulos es motivo de gozosa gratitud del corazón de Jesús. Lucas ha captado este júbilo en una perspectiva de comunión trinitaria: «Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo» dirigiéndose al Padre y alabándolo. Este momento de íntima alegría brota de lo más profundo de Jesús como Hijo hacia su Padre, Señor del cielo y de la tierra, el cual ha ocultado estas cosas a sabios y entendidos, y se las ha revelado a los pequeños (Lc 10, 21). Dios ha escondido y revelado y, en esta oración de alabanza, se pone de relieve, sobre todo, lo revelado. ¿Qué es lo que Dios ha revelado y ocultado? Los misterios de su Reino, el afirmarse del señorío divino en Jesús y la victoria sobre Satanás.
Dios ha escondido todo esto a aquellos que están demasiado llenos de sí y pretenden saberlo ya todo. Están como cegados por su propia presunción y no dejan espacio a Dios. Uno puede pensar fácilmente en algunos de los contemporáneos de Jesús a los que Él mismo advirtió en varias ocasiones, pero se trata de un peligro que siempre ha existido, y que nos afecta también a nosotros. En cambio, los “pequeños” son los humildes, los sencillos, los pobres, los marginados, los sin voz, los que están cansados y oprimidos, a los que Jesús ha llamado “benditos”. Se puede pensar fácilmente en María, en José, en los pescadores de Galilea, y en los discípulos llamados a lo largo del camino, en el curso de su predicación.
 
3. «Sí, Padre, porque así te ha parecido bien » (Lc 10, 21). La expresión de Jesús debe entenderse con referencia a su júbilo interior, donde la benevolencia indica un plan salvífico y benevolente del Padre hacia los hombres. En el contexto de esta bondad divina Jesús se regocija, porque el Padre ha decidido amar a los hombres con el mismo amor que Él tiene por el Hijo. Además, Lucas nos recuerda el júbilo similar de María, «Proclama mi alma la grandeza del Señor; se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador» (Lc 1, 46-47). Se trata de la buena Noticia que conduce a la salvación. María, llevando en su vientre a Jesús, el Evangelizador por excelencia, al encontrarse con Isabel, exulta de gozo en el Espíritu Santo, cantando el Magnificat. Jesús, al ver el éxito de la misión de sus discípulos y, por tanto, su alegría, se regocija en el Espíritu Santo y se dirige a su Padre en oración. En ambos casos, se trata de una alegría por la salvación que tiene lugar, porque el amor con el que el Padre ama al Hijo llega hasta nosotros y, por obra del Espíritu Santo, nos envuelve, nos hace entrar en la vida de la Trinidad.
El Padre es la fuente de la alegría. El Hijo, su manifestación, y el Espíritu Santo, su animador. Inmediatamente después de alabar al Padre, como dice el evangelista Mateo, Jesús nos invita: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera» (Mt 11,28-30). «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría» (Exhort. Ap. Evangeliigaudium, 1).
De este encuentro con Jesús, la Virgen María ha tenido una experiencia completamente singular y se ha convertido en “causa nostraelaetitiae”. Y los discípulos han recibido la llamada a estar con Jesús y a ser enviados por Él a predicar el Evangelio (Mc 3, 14), y así se ven colmados de alegría. ¿Por qué no entramos también nosotros en este río de alegría?
 
4. «El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada» (Exhort. Ap. Evangeliigaudium, 2). Por lo tanto, la humanidad tiene una gran necesidad de alcanzar la salvación que nos ha traído Cristo. Los discípulos son aquellos que se dejan aferrar cada vez más por el amor de Jesús y marcar por el fuego de la pasión por el Reino de Dios, para ser portadores de la alegría del Evangelio. Todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización. Los obispos, como principales responsables del anuncio, tienen la tarea de promover la unidad de la Iglesia local en el compromiso misionero, teniendo en cuenta que la alegría de comunicar a Jesucristo se expresa tanto en la preocupación de anunciarlo en los lugares más distantes, como en una salida constante hacia las periferias del propio territorio, donde hay más personas pobres en espera.
En muchas regiones escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. A menudo esto se debe a la ausencia en las comunidades de un fervor apostólico contagioso, por lo que les falta entusiasmo y no despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres. Animo, por tanto, a las comunidades parroquiales, asociaciones y grupos a vivir una vida fraterna intensa, fundada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos. Donde hay alegría, fervor, deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones. Entre éstas no deben olvidarse las vocaciones laicales a la misión. Hace tiempo que ha crecido la conciencia de la identidad y de la misión de los fieles laicos en la Iglesia, así como la sensibilización de que ellos están llamados a desempeñar un papel cada vez más importante en la difusión del Evangelio. Por eso es importante una formación adecuada, en vista de una acción apostólica eficaz.
 
5. «Dios ama al que da con alegría» (2 Cor 9, 7). La Jornada Mundial de las Misiones es también un momento para reavivar el deseo y el deber moral de la participación gozosa en la misión ad gentes. La contribución económica personal es el signo de una oblación de sí mismos, en primer lugar al Señor y luego a los hermanos, para que la propia ofrenda material se convierta en un instrumento de evangelización de una humanidad que se construye sobre el amor.
Queridos hermanos y hermanas, en esta Jornada Mundial de las Misiones mi pensamiento se dirige a todas las Iglesias locales. “¡No nos dejemos robar la alegría evangelizadora!” (Exhort. Ap. Evangeliigaudium, 83). Os invito a sumergiros en la alegría del Evangelio y a alimentar un amor capaz de iluminar vuestra vocación y vuestra misión. Os exhorto a recordar, como en una peregrinación interior, el “primer amor” con el que el Señor Jesucristo ha caldeado el corazón de cada uno, no por un sentimiento de nostalgia, sino para perseverar en la alegría. El discípulo del Señor persevera en la alegría cuando está con Él, cuando hace su voluntad, cuando comparte la fe, la esperanza y la caridad evangélica.
A María, modelo de evangelización humilde y alegre, dirigimos nuestra oración, para que la Iglesia, casa de puertas abiertas, se convierta en un hogar para muchos, una madre para todos los pueblos y haga posible el nacimiento de un nuevo mundo.

ÉBOLA: EPIDEMIA GLOBAL DE DESIGUALDAD EN SALUD
 
Acaban de anunciar que, de no poner remedio, el número de afectados por el Ébola será de casi un millón y medio de personas en el próximo año 2015. Tendría que ser la noticia del siglo si no fuera porque las potenciales víctimas están ubicadas en África, ese continente que no cuenta en las estadísticas económicas globales.
El virus se detectó por vez primera en el año 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Sudán y en la República Democrática del Congo, en una aldea situada cerca del río Ébola, del cual adquiere el nombre.
Si el virus del Ébola no se desarrollara en ese continente empobrecido sino en los países enriquecidos, el propio sistema hubiera empujado a que las industrias farmacéuticas y los grandes laboratorios se pusiesen manos a la obra para lograr una vacuna para combatir la enfermedad. Pero África no es un mercado potencial para ninguna compañía farmacéutica, los países empobrecidos no reciben atención y la industria farmacéutica se inclina a investigar lo que puede tener cierta rentabilidad comercial.
El virus es el mismo, pero el pronóstico de su evolución depende del contexto social donde se practique. Europa y África no tienen las mismas posibilidades de combatir el Ébola. La dispersión del brote en África no afecta únicamente al tipo de tratamiento a aplicar sino que también tiene sus implicaciones en la vigilancia epidemiológica que se necesita mantener. Así, mientras que en esa zona de África los muertos y afectados continúan en ascenso, a las personas infectadas trasladadas a Europa y EEUU se les trata con el fármaco experimental Zmapp, un suero inmunológico que contiene un cóctel de anticuerpos que logra combatir el virus.
Estamos ante la concreción de un gradiente social de desigualdad que imprime la pobreza y la precariedad, la falta de preparación del sistema de salud de la región, y una política sanitaria que no pone el acento en la prevención y promoción de prácticas saludables. El brote está en la parte más pobre del mundo y la degradación de los determinantes sociales y ambientales se ha incrementado en estas zonas.
Es difícil el arraigo del Ébola en Europa. No existe la necesidad de comer alimentos de calidad incierta como la carne procedente de animales hallados muertos que son reservorio del virus, como murciélagos y simios que en condiciones de vida normal no se consumirían, ni de manipular la carne de esos animales sin garantías de higiene mínimas. Hablar de prevención no es factible además de ineficiente en epidemias como la actual. Sobre todo por lo costosa que resulta tratándose de poblaciones tan empobrecidas.
La desigualdad estructural global ha encontrado otra válvula de escape, otro chivo expiatorio donde ocultar la creciente distancia entre poseedores y poseídos. Y la conciencia mundial aboga de nuevo a los criterios socorristas.
 
UNA PARABOLA QUE VIENE AL CASO
Este es un cuento sobre 4 personas llamadas Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie. Había que hacer un trabajo importante y TODOS estaban seguros que ALGUIEN lo iba a hacer. CUALQUIERA lo podría haber hecho, pero NADIE lo hizo. ALGUIEN se enojó por esto, porque era el trabajo de TODOS. Cada uno pensó que CUALQUIERA lo podía hacer, pero NADIE se enteró de que TODOS no lo iban a hacer. TODOS culparon a ALGUIEN, cuando NADIE hizo lo que CUALQUIERA podría haber hecho

 
Agosto

Amor es que te pasen una patata
 
¡Quién nos iba a decir a nosotros que una patata diría tanto! Bueno, mejor empecemos por el principio.
Allá por el 14 de julio llegó al campamento un grupo de 55 niños y niñas dispuestos a pasárselo bien. Muchos de ellos nunca habían dormido fuera de casa ni lejos de sus papis y mamis, por lo que empezamos por aprender a colocar nuestra tienda, a fregar los cacharros, a vestirnos… La primera noche no durmieron nada, era mucha la expectación de estar en un lugar nuevo, rodeado de amigos y futuros amigos.
Jugaron mucho: gymkanas por el campamento, un juego sobre los primeros auxilios, un McGuiver donde tenían que inventar historias con objetos absurdos que iban consiguiendo, un juego donde cazadores y perros cazaban a los ciervos, aunque, sin duda, el juego más popular fue Moros y Cristianos.
También vivieron dos días especiales, diferentes. En uno de ellos estábamos en la película de Piratas del Caribe, donde nos acompañaban Jack Sparrow y su tripulación y nos acogieron en su barco. En el otro día especial tuvimos la visita de un circo, a quienes ayudamos a buscar sus objetos perdidos y quienes nos dejaron participar en su show.
Pero no todo fueron juegos, también tuvimos unas cuantas veladas en el comedor por la noche: la velada concurso, con muchas pruebas divertidas; la velada Party, donde dibujamos e hicimos mímica; una velada televisiva, donde las pruebas eran programas de la tele (password, al pie de la letra, pasapalabra, mira quién baila,…).
Otro momento divertido del turno fue la inauguración de las Olimpiadas, donde no sólo conocimos a los equipos y sus atletas, sino que tuvimos las actuaciones de Estela Reinols, María Isabel, Enrique Iglesias y PSY. Con el encendido de la llama Olímpica comenzamos las olimpiadas, donde se jugó a Fútbol, Barbilé, Volley y se hicieron pruebas individuales. Estuvieron reñidas, aunque Alemania fue la vencedora de Barbilé e Italia venció en Fútbol y Volley.
Tampoco podían faltar nuestras famosas Marchas, aunque viendo lo pequeñines que eran algunos niños y niñas, optamos por hacer un par de paseos. El primero de ellos fue a la Silla, en el Pinar. Costó un poco subir, pero las vistas de Lugueros merecieron la pena. Para el otro paseo caminamos por el Pinar y cruzamos los prados hasta Tolibia de Abajo para, después, terminar en la piscina de Lugueros, donde lo pasamos muy bien disfrutando de un baño largo y divertido. Aunque, si tenemos que destacar un baño, ese será el de Redipuertas. Un día que hacía bueno decidimos marchar hacia allí, una cascada preciosa donde disfrutamos bañándonos y lanzándonos al agua.
Y diréis, ¡pero cuéntanos ya lo de la patata! Pues un día que estaba algo lluvioso, decidimos cambiar el juego de por la noche por una película: Blancanieves Mirror Mirror, con la que nos reímos mucho. En una de las escenas el enanito Glotón dijo la frase “el amor es que te pasen una patata”. Nos gustó tanto a los monitores que fue el lema del día siguiente. Y les gustó tanto a los acampados que después, cada vez que había patatas para comer se las pasaban unos a otros como gesto de amor y cariño. Sin duda el mejor momento de todo el turno.
Ya está, se acabó, otro año más que se termina el Campamento Pelayo. Fue un mes lleno de alegrías, diversión, lloros, amores, amistad… Una experiencia inigualable.
 
Lucía Velasco

 
Julio

Al mal tiempo buena cara
 
Érase una vez un grupo de chicos y chicas que se subieron a un autobús y se pusieron en camino hacia Valdelugueros. Llegaron al Campamento Pelayo y comenzó su gran aventura.
Empezaron acondicionando el lugar: pusieron un mástil para poner las banderas, colocaron piedras para hacer el recinto de las tiendas, construyeron una entrada muy chula al recinto y montaron los campos para hacer deporte. Es en este momento cuando se empezaron a fraguar muchas amistades.
No tuvieron muy buen tiempo, llovió e hizo frío, pero eso no les impidió pasárselo bomba: hicieron gymkanas por el campamento y grandes juegos por los alrededores. No contentos con ello, también hicieron muchas pulseras de hilo y una máscara de su propia de cara que pintaron y se llevaron de recuerdo.
Y, de repente, estaban en la Antigua Grecia, en un campamento situado entre la tierra y el Olimpo de los Dioses, rodeados de ellos. Ese día vivieron como si también lo fuesen
El tiempo les dio algo de tregua, lo justo para poder hacer un par de marchas de caminar: subieron al Pico Atalaya, donde se encontraron con unas vistas maravillosas de los pueblos de la zona y con una placa a la persona que comenzó hace 40 años esta andadura: Don Juan. También subieron al Pico Bodón (¡valientes!). Fue una subida costosa, pero mereció la pena llegar a arriba y poder ver hasta el pico más lejano e incluso el campamento.
¡La vida pirata es la vida mejor! Uno de los días, coincidieron con unos piratas y se juntaron a ellos, con sus vestimentas y su forma de comportarse. Al final del día, habían conseguido el tesoro.
Pero, este grupo de chicos y chicas querían más, así que se enzarzaron en otra aventura más, la de los rastreos. En ella seguían un camino marcado con flechas e iban encontrando mensajes escondidos. De día era muy fácil, pero de noche ya se complicaba la cosa un poco.
Sin duda, una de las cosas que más recordarán con cariño será las Olimpiadas: jugaron con tesón al futbol, vóley y barbilé, y lo dieron todo en las pruebas individuales (flexibilidad, salto, carrera,…).
Ya se estaba terminando la aventura. Los catorce días pasaron volando, parecía que acabasen de llegar y ya estaban con la fiesta del último día. Una fiesta especial, ya que fue la entrega de los premios Oscar de Holly-Grup, donde Ález y Paula fueron los mejores actores, Juanal la mejor banda sonora (por ser el más divertido), Hugo los mejores efectos especiales (por haber hecho la cosa más graciosa), Pelayo y Nerea los mejores actores secundarios y Lucía la mejor directora.
“Pensemos en las horas que vivimos con amor”, ese fue el lema para el último día, un día en el que se entregaron los diplomas a la buena convivencia, donde se llenaron las cámaras de fotos de grupo, de tiendas, de amigos, de novietes y novietas y, también, donde se llenaron los ojos de lágrimas por la despedida.
En esta gran aventura se han forjado amistades para toda la vida, se han conocido mejor a sí mismos y han aprendido a ser mejores personas. Muchos repetirán, otros no y otros ya no pueden hacerlo, pero todos se llevan esa experiencia en sus corazones y sus almas.
Y, colorín colorado, este cuentín se ha acabado (¡hasta el verano que viene!).
 
Lucía Velasco

AFIRMACIONES DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA TRANSFORMACIÓN MISIONERA DE LA IGLESIA
 
1. "Es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo".
2. "Los evangelizadores tienen 'olor a oveja' y éstas escuchan su voz".
3. "Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una 'simple administración".
4. "Toda la renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la fidelidad a su vocación. Sin vida nueva y auténtico espíritu evangélico, cualquier estructura nueva se corrompe en poco tiempo".
5. "Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación".
6. "La parroquia tiene que estar en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no puede convertirse en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos".
7. "El obispo estará a veces delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para ayudar a los rezagados".
8. "Dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del papado".
9. "Una excesiva centralización, más que ayudar, complica la vida de la Iglesia y su dinámica misionera".
10. "Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades. Exhorto a todos a aplicar con generosidad y valentía las orientaciones de este documento, sin prohibiciones ni miedos".
11. "Las obras de amor al prójimo son la manifestación externa más perfecta de la gracia interior del Espíritu".
12. "Si un párroco a lo largo de un año litúrgico habla diez veces sobre la templanza y sólo dos o tres veces sobre la caridad o la justicia, se produce una desproporción donde las que se ensombrecen son precisamente aquellas virtudes que deberían estar más presentes en la predicación y en la catequesis. Lo mismo sucede cuando se habla más de la ley que de la gracia, más de la Iglesia que de Jesucristo, más del Papa que de la Palabra de Dios".
13. "Necesitamos expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad (…) Una cosa es la sustancia, y otra la manera de formular su expresión.".
14. "A los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor que nos estimula a hacer el bien posible".
15. "La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. Uno de los signos concretos de esa apertura es tener templos con las puertas abiertas en todas partes. Que nadie encuentre la frialdad de una puerta cerrada"
16. “Pero hay otras puertas que no se deben cerrar. Todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial, todos pueden integrar la comunidad”.
17. “Y tampoco las puertas de los sacramentos deben cerrarse por una razón cualquiera (…) La Eucaristía no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”
18. “A menudo nos comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas
19. "Los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio. Hay que decir sin vueltas que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos"
20. "Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades"
 

 
Abril

LA SEMANA SANTA EN PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
 
    "Con el domingo de Ramos, hemos iniciado la Semana Santa, centro de todo el Año litúrgico, en el que acompañamos a Jesucristo en su Pasión, Muerte y Resurrección. ¿Qué significa para nosotros vivir este tiempo? ¿Qué significa seguir a Jesús en su camino hacia el Calvario, hacia la Cruz y la Resurrección?", expresó el Pontífice, quien agregó: "Significa salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás, a la periferia de la existencia, a los más alejados, a los olvidados, a quienes necesitan comprensión, consuelo y ayuda. Vivir este tiempo significa también entrar cada vez más en la lógica de Dios, de la Cruz y del Evangelio. Es seguir y acompañar a Cristo, lo cual exige "salir": Él ha salido de sí mismo para venir a nuestro encuentro, ha colocado su tienda entre nosotros para traer la misericordia que salva y da esperanza.
    Es un tiempo de gracia que el Señor nos ofrece para abrir las puertas del corazón, de la vida, de las parroquias y movimientos, saliendo al encuentro de los demás y brindando la luz y el gozo de nuestra fe. Salir siempre con el amor y la ternura de Dios, en el respeto y la paciencia, sabiendo que nosotros ponemos las manos, los pies, el corazón, pero es Dios quien guía y hace fecundas nuestras acciones".
    "La Semana Santa es un tiempo de gracia que el Señor nos da para abrir las puertas de nuestros corazones, de nuestra vida, de nuestras parroquias, -¡qué pena tantas parroquias cerradas!- y salir al encuentro de los demás, acercarnos nosotros para llevar la luz y la alegría de nuestra fe ¡Salir siempre! Y hacer esto con amor y con la ternura de Dios, con respeto y paciencia, sabiendo que ponemos nuestras manos, nuestros pies, nuestro corazón, pero que es Dios quien los guía y hace fecundas todas nuestras acciones".
    "Les deseo a todos que vivan bien estos días siguiendo al Señor con valentía, llevando en nosotros mismos un rayo de su amor a todos los que encontremos"
 

 
Febrero

MENSAJE MANOS UNIDAS CAMPAÑA LV
“UN MUNDO NUEVO, PROYECTO COMÚN”
Es necesario un compromiso solidario mundial para que todos puedan beneficiarse de los frutos de la tierra.
 
En el año 2000, todos los países acordaron trabajar juntos para acabar con el hambre antes de 2015. A menos de un año para que se acabe el plazo, comprobamos que estamos muy lejos de poder conseguir este objetivo. Hoy, 842 millones de personas pasan hambre. Es un escándalo que no podemos consentir. Está en nuestras manos ofrecer soluciones para que se cumpla este derecho fundamental para todos.
Para acabar con esta tragedia es urgente generar un nuevo orden de relaciones, entre personas, asociaciones, empresas, organismos públicos, y entre países, que refleje la fraternidad que nos une a todos. Porque el desarrollo de los pueblos depende, sobre todo, de que aprendamos a vivir como miembros de la misma familia. Es necesario un compromiso solidario mundial para que todos podamos beneficiarnos de los frutos de la tierra.
Por eso, desde Manos Unidas, la Asociación de la Iglesia católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo de los países del Sur, en la Campaña que ahora iniciamos, convocamos a todos a trabajar fraternalmente por “Un mundo nuevo, proyecto común”, porque acabar con el hambre es responsabilidad de todos, y solo será posible si todos trabajamos como auténticos hermanos.
 
De esta manera demandamos:
 
1. A todas las instituciones políticas, culturales y religiosas que busquen un diálogo fecundo capaz de analizar a fondo las causas de las injusticias, y proponer las medidas necesarias para la defensa efectiva del bien común.
2. A las empresas y entidades financieras que destierren las relaciones basadas en el logro del máximo beneficio y pongan en el centro de sus intereses el bien de la persona.
3. A la comunidad internacional que mejore la cooperación y favorezca una política comercial coherente con la defensa de los derechos humanos.
4. A los países desarrollados que se comprometan a aumentar la Ayuda Oficial al Desarrollo, aliviando la deuda externa y compartiendo con los países del Sur el acceso a los mercados, y aquellos medios que garanticen la defensa efectiva de sus derechos fundamentales.
5. A los países en desarrollo que mejoren su gobernabilidad, la transparencia en la gestión de sus recursos y el compromiso efectivo en la defensa de los derechos fundamentales.
6. A todos los gobiernos e instituciones internacionales que establezcan reglas justas para que los países puedan establecer relaciones mercantiles seguras y no discriminatorias.
7. A todas las personas e instituciones que promuevan un modelo de desarrollo sostenible, que salvaguarde los recursos naturales, utilizándolos responsablemente y poniéndolos a disposición, sobre todo, de los más necesitados; un desarrollo que fomente la austeridad en el consumo, y detenga el consumismo compulsivo e irresponsable.
8. Y, en definitiva, reclamamos la defensa de un modelo de desarrollo que ponga en el centro a las personas, su inviolable dignidad, y los derechos fundamentales que le pertenecen; y que ponga en primer lugar a los más pobres.
 
Con el Papa Francisco, invitamos a todos “a dedicar un lugar especial, en nuestros corazones, para esta emergencia, que es respetar el derecho otorgado por Dios a todos de tener acceso a alimentos adecuados, a compartir lo que tenemos, en caridad cristiana, con aquellos que tienen que hacer frente a muchos obstáculos, para satisfacer esa necesidad básica”

 
Enero

Algo nuevo y bueno.
La primera palabra de Jesús Puntos claves

 
El primer escritor que recogió la actuación y el mensaje de Jesús lo resumió todo diciendo que Jesús proclamaba la “Buena Noticia de Dios”. Más tarde, los demás evangelistas emplean el mismo término griego (euanggelion) y expresan la misma convicción: en el Dios anunciado por Jesús las gentes encontraban algo “nuevo” y “bueno”.
¿Hay todavía en ese Evangelio algo que pueda ser leído, en medio de nuestra sociedad indiferente y descreída, como algo nuevo y bueno para el hombre y la mujer de nuestros días? ¿Algo que se pueda encontrar en el Dios anunciado por Jesús y que no proporciona fácilmente la ciencia, la técnica o el progreso? ¿Cómo es posible vivir la fe en Dios en nuestros días?
1º. En el Evangelio de Jesús los creyentes nos encontramos con un Dios desde el que podemos sentir y vivir la vida como un regalo que tiene su origen en el misterio último de la realidad que es Amor. Para mí es bueno no sentirme solo y perdido en la existencia, ni en manos del destino o el azar. Tengo a Alguien a quien puedo agradecer la vida.
2º. En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que, a pesar de nuestras torpezas, nos da fuerza para defender nuestra libertad sin terminar esclavos de cualquier ídolo; para no vivir siempre a medias ni ser unos “vividores”; para ir aprendiendo formas nuevas y más humanas de trabajar y de disfrutar, de sufrir y de amar. Para mí es bueno poder contar con la fuerza de mi pequeña fe en ese Dios.
3º. En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que despierta nuestra responsabilidad para no desentendernos de los demás. No podremos hacer grandes cosas, pero sabemos que hemos de contribuir a una vida más digna y más dichosa para todos pensando sobre todo en los más necesitados e indefensos. Para mí es bueno creer en un Dios que me pregunta con frecuencia qué hago por mis hermanos.
4º. En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que nos ayuda a entrever que el mal, la injusticia y la muerte no tienen la última palabra. Un día todo lo que aquí no ha podido ser, lo que ha quedado a medias, nuestros anhelos más grandes y nuestros deseos más íntimos alcanzarán en Dios su plenitud. A mi me hace bien vivir y esperar mi muerte con esta confianza.
Ciertamente, cada uno de nosotros tiene que decidir cómo quiere vivir y cómo quiere morir. Cada uno ha de escuchar su propia verdad. Para mí no es lo mismo creer en Dios que no creer. A mí me hace bien poder hacer mi recorrido por este mundo sintiéndome acogido, fortalecido, perdonado y salvado por el Dios revelado en Jesús.
 

Mensaje del Santo Padre
 
Para la completa lectura del mensaje del Santo Padre, les dejo el enlace al mensaje en formato PDF: MENSAJE